A pesar que las legislaciones de los países exigen participación de las mujeres en los espacios de decisiones, eso aún no se cumple en la práctica.
Las mujeres desde su conocimiento tradicional, están proyectando alternativas económicas, en la búsqueda de su autonomía y empoderamiento económico.
Las mujeres deben duplicar su esfuerzo de incidencia para conseguir apoyo para hacer crecer y consolidar su actividad económica, porque aún prevalece el concepto que el hombre es jefe del hogar y por lo tanto deben tener el control financiero de la familia.