Las mujeres no podemos obviar nuestro legado de identidad cultural en ningún espacio, porque es nuestra garantía como pueblos, que le dejamos como legado a las futuras generaciones.
La educación intercultural bilingüe, es clave para integrar a los jóvenes en una sociedad cada día más globalizada, sin que pierda la esencia de nuestra cosmovisión como pueblo.
La salud atendida desde el conocimiento ancestral es un reto de las mujeres en los territorios.
Lo que hacemos las mujeres debe ser reconocido por los Estados, porque es base fundamental del éxito de políticas e inversión pública en los territorios.
Ante la cultura represiva de hoy hacia nuestra cultura y nuestra lengua, las mujeres seguimos resistiendo y no vamos a claudicar, por la sobrevivencia de nuestros pueblos.
La base de materia prima de los bosques que sustentan nuestra cultura se está extinguiendo.
La criminalización y persecución de líderes están poniendo en riesgo los principios y valores culturales de los Pueblos indígenas, sometiendo a nuestros pueblos en un estado de terror e inseguridad.
Los partidos políticos autoritarios están “secuestrando” la autonomía de las comunidades, en ataque directo para acabar nuestros principios de colectividad y consensos como pueblo.